No volveré a ver los bosques de robles y encinas, ni recogeré las moras del camino que lleva al río.
No volveré a pasear en las tardes contigo mientras saltas alegre a mi alrededor, ni volveré a sonreír cuando das vueltas persiguiéndote el rabo para conseguir tu golosina. Creo que tu eres lo mas alegre que encontré en estos parajes castellanos, reino del invierno y la sobriedad.
Perdóname, me duele tanto dejarte atrás, no poder llevarte conmigo, porque aunque solo yo se que no volveré jamás a este lugar frío y triste, donde poco asoma el sol, quisiera que tu me acompañaras en el viaje y seguir juntas nuestro camino por la vida, pero no es posible, no me perteneces.
En estos momentos en los que repaso de un vistazo rápido todo el paisaje antes de subir al coche, creemé que lo único que me duele como un cuchillo clavado es no llevarte conmigo.
Ven abrázame una vez mas y lame mi cara, no te voy a regañar solo por esta vez.
Te quiero Cuqui, aunque ya no estés.
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Es precioso... pero triste... Me da mucha pena.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Si, es muy triste para mi, mas de lo que jamás pude imaginar.
ResponderEliminarNuestras decisiones influyen en las vidas de otros seres, el efecto mariposa. Un beso Sakk